¿Por quién he de votar? ¿Quién habrá de volverme a decepcionar?

El tiempo se agota y el 1 de julio ya está a la vuelta de la esquina, las campañas federales y locales están por finalizar y terminan sin lograr convencer, o al menos al éste su humilde servidor. Casi llega la hora de ir a la casilla para llenar una a una las 5 boletas que tendremos, los que vivimos en el Estado de México, y aún no logro definir a quien he de darle la oportunidad de volverme a decepcionar, y pese a lo que se pueda penar, el segundo lugar de todas las encuestas lo ocupan los que nos se encuentran en una situación de indecisión como yo.

El caso es que sinceramente no logro descifrar a quien elegir, pese a ello de ninguna manera me abstendré de sufragar y por supuesto no anularé mi voto, eso es algo que los mexicanos debemos evitar, tengo que confesar que  no me importa si gana el Peje, Anaya o el Bronco, lo que no podría tolerar (aunque no habría mucho que yo pudiera hacer) es que Meade ganara impulsado por un fraude cobijado por la apatía y poca participación ciudadana.

Es mi obligación, obligada y obligatoria, insistir por todos los medios e invitar a cada momento a mis vecinos, conciudadanos y compatriotas a que este 1 de julio salgan a votar, pero además, que voten conscientemente (algo que está medio complicado, porque al parecer los que ya han decidido lo han hecho por emoción y no por la razón).

Reflexiono, este primero de julio, además de elegir presidente de la república, vamos a elegir senadores, diputados federales, diputados locales y alcaldes, bueno, al menos, como ya lo dije, los mexiquenses; mi reflexión va encaminada a que aunque es sumamente transcendental quien será el siguiente primer mandatario, es igualmente importante (o quizá más) quien será el siguiente munícipe.

Aquí me detengo, perdonen los lectores que no son mis vecinos de municipio o estado, pues mis siguientes líneas van encaminadas a lo primordial que es saber elegir a quien es el primer vínculo entre la sociedad y su gobierno, es decir, los presidentes municipales y sus cabildos, al final ellos son la primer línea de defensa del gobierno en contra de sus gobernados (como que eso sonó muy feo, pero al final es la verdad, pareciera que los alcaldes y su camarilla de regidores y síndicos están para fastidiar a sus conciudadanos, más que para velar por ellos ¿me equivoco?).

Por ello los invito a que se hagan las siguientes preguntas ¿El alcalde o alcaldesa de mi municipio hizo el trabajo para el que la o lo contraté? ¿El gobierno municipal funciona como se supone debe funcionar? ¿En mi municipio el gobierno ha buscado tener lazos de comunicación con la sociedad? ¿Cómo van los índices de seguridad? ¿Tránsito municipal o camarilla de rateros? ¿Tenemos servicios funcionales o los servicios prácticamente los tenemos que proveer los vecinos? Atrévanse a contestarlas, en mi caso, todas las respuestas me llevan a concluir que el gobierno local no hizo su trabajo, no cumplió en lo mínimo, abusó de la confianza que se les depositó.

El gobierno municipal de la localidad en la que vivo fue propuesto, en primer lugar por Nueva Alianza, en contubernio con el PRI y el Partido Verde (pese a que hoy nadie quiere reconocer su proximidad con él, para su desgracia somos muchos los que tenemos memoria). ¿Cómo premiar con mi voto a uno de los candidatos de esos tres partidos? ¿Acaso los partidos que lo abanderan no son cómplices y comparsa de este gobierno fallido (fallido para nosotros, porque para ellos que lo conforman, no)? Hoy en el Estado de México, al menos en mi municipio, tanto Nueva Alianza, como el PRI y el Partido Verde, salieron con candidato propio cada uno. En lo particular no podría premiar con mi voto a ninguno de los aspirantes de esos tres, hacerlo sería pecado mortal, o una verdadera estupidez, de la que luego no se valdría andarse quejando.

Las huestes de esos partidos dirán que yo sólo represento un voto, y no hay nada más alejado de la verdad, pero vale la pena que recuerden que somos muchos los que pensamos de una manera similar y que ya no estamos dispuestos a seguir soportando a grupúsculos que pretenden burlarse de nuestra inteligencia vendiéndose como blancas palomas, cuando en realidad son aves de rapiña rondando un presupuesto municipal con el cual favorecerse, y vivir becados 3 años con cargo a todos nosotros; esto no quiere decir que los candidatos de los otros partidos no quieran hacer lo mismo, pero al menos no son culpables de lo que el gobierno de Nueva Alianza, el PRI y el Verde de mi municipio ha hecho, o dejado de hacer.

Eso sólo nos deja (al menos en mi municipio) tres posibilidades, el candidato del PAN, PRD y MC, el candidato de Morena, PT y PES, y al final el candidato de un partido estatal llamado Vía Radical.

Me he detenido a hacer este análisis, con él único fin de ejemplificar como, según yo, debiéramos hacer las reflexiones en el sentido de nuestro voto. No pretendo decirles por quien voten, pero sí pretendo sugerirles que razonen su voto.

Premio a quien haya realizado bien su trabajo, castigo a quien representa y solapa a malos gobiernos.

Aún con dudas de cómo he de votar el próximo en el ámbito federal y local, sí sé por quien no lo haré. En estos días decidiré a quien le voy a dar la oportunidad de volverme a decepcionar.

Rodrigo Pérez

TRUMP Y LOS JUICIOS DE NUREMBERG.

«PARA QUE EL MAL TRIUNFE SOLO HACE FALTA QUE LOS HOMBRES BUENOS NO HAGAN NADA».

Las acciones emprendidas y llevadas a cabo con eficiencia contra los migrantes que realizo el gobierno Estadounidense, no son nuevas llevan un tiempo cumpliéndose cabal mente, lo que despertó la «Indignación» local e internacional fue la separación de los menores de edad de sus padres, detenciones, recluciones, vejaciones, violaciones y lo que nos falta o desconocemos sobre este grupo de personas que busca una mejor vida para ellos y sus hijos en una tierra que se las puede ofrecer, no solo han pasado por el infierno de recorrer nuestro país (México) donde sufren más o peores tratos, en ocasiones hasta muerte a manos del crimen organizado, que solapado y hasta ayudados por las autoridades nacionales, los extorsionan, esclavizan, comercian y son asesinados impunemente, los que logran librar este infierno dantesco tratan de cruzar la frontera y se ven finalmente apresados por las eficientísimas fuerzas migratorias estadounidenses, que ahora, ayudadas por la guardia nacional (que para eso los pusieron en la frontera, violando tratados con México) los encierran con el fin de enjuiciarlos y final ente deportarlos.

En este proceso son tratados como criminales y no contentos con eso ahora separan a los menores de edad, cosa que nos indignó sobre manera, pues nos recuerda el fantasma de otras atrocidades parecidas que se llevaron acabo hace más de 70 años, por un gobierno europeo que lo llevó acabo con gran eficiencia, si bien no son los mismos argumentos que se manejaron ,se le parecen demaciado.

El miedo aquí no es Trump, que es un pobre tipo carente de principios y sin cultura, con pensamientos xenofobicos y ultra nacionalistas, sino el fantasma de la intolerancia y la justificada violencia racial.

Ello nos recuerda los Juicios de Núremberg, donde el principal argumento para llevar al paredón o la horca a los criminales de guerra fue que cometer una ateosidad no puede ser justificada con arguir «yo sólo seguía órdenes». No sé porqué, pero todo esto me recuerdo a todo ello.

Roberto Carballar

No hay muchos días así

campeones

Tan urgidos de algo a que asirse, tan necesitados de algo de que sentirse orgullosos, tan acostumbrados a una mala vida y al desprecio, que para lo sociedad mexicana el triunfo de la selección es agua en el desierto. Victoria histórica, hito nacional y otras descripciones épicas escuché y vi en diarios y noticieros; tan grande fue el suceso y tan formidable el rival, que de ninguna otra cosa se habló ayer. Gran regalo para el Día del Padre.

La realidad, pese a que no falta quien asegura que la victoria de la selección mexicana es producto de intereses de grupo y forma parte de un elaborado plan nacional e internacional, es que el resultado del partido beneficia a todos, pero principalmente a la clase política.

¿Cómo criticar a la sociedad? ¿Cómo podríamos decir que se exagera? ¿Cómo limitar el festejo y la alegría del domingo?, ¿cómo? Me explico, tenemos un cierre de sexenio funesto, una incontrolable alza de precios; la gasolina casi a dólar el litro, el gas a más de medio dólar el litro y el mismo dólar a casi 21 pesos.

Violencia, asesinatos, robos, desaparecidos, impunidad, falta de empleo, y el eterno golpeteo que la clase política propina al pueblo, son algunos de los factores que nos mantienen hundidos, sobajados, humillados, desolados, dolidos; si a ello le sumamos nuestra propia forma de ser, corrupta, doblemoralista, insatisfecha, floja, dormida, desinteresada, descuidada; pues nos topamos con una cocción que está llenando de presión insalubre a ésta, nuestra sociedad, sin que tengamos una válvula de alivio.

Un factor que se cuece a parte, el proceso electoral de este 2018, las elecciones más competidas de la historia (cada 6 años es lo mismo), el momento de que México cambie o siga en lo mismo (aunque el cambio signifique más de lo mismo). Este proceso electoral se ha encargado de polarizar las postura de los mexicanos, hoy ser pejistas es motivo de ser blanco de  ataques y ser sometido al escarnio público, hoy ser anayista es motivo de ser blanco de ataques y ser sometido al escarnio público, hoy ser meadista es motivo de ser blanco de ataques y ser sometido al escarnio público (aunque aquí sí hay motivos válidos pero no justificables, disculpen si les incomoda). El caso es que los mexicanos estamos divididos en 5 posturas, 4 que son a favor de los candidatos y que defienden las incongruencias de éstos a sangre y espada, y los que en este momento aún no logramos decidir a quién debemos darle el beneficio de la duda o que están a punto de mejor no ejercer su derecho a elegir; nosotros, los que estamos en el último supuesto, ni asomamos la cara porque de prianistas o primores, o del mote que hoy se ponga de moda, nos tachan.

En lo particular creo que se magnifica la victoria contra los alemanes, podrán criticar mi forma de pensar, pero mi razonamiento lo hago pensando que los jugadores de ambas escuadras son profesionales, juegan en equipos de primera división, se ganaron su lugar en el mundial, se prepararon física y mentalmente, tienen dos piernas y ninguna discapacidad motriz, están en igualdad de condiciones, tienen ventajas físicas y desventajas en relación a sus contrincantes; es decir, no debiera haber una razón por la cual no podrían ganar.

Para finalizar con el futbol. Gracias a la selección por dar un respiro a esta sociedad tan necesitada de buenas noticias, gracias a los medios masivos de información por permitir que prácticamente todo México viera este partido, gracias a los grupos de poder ocultos por permitir que Alemania se dejara ganar para que los mexicanos tuviéramos un respiro (esto lo escribo con un poco de sarcasmo, perdonen mi atrevimiento).

El hecho es que somos nosotros, la sociedad quienes nos negamos a tener motivos de felicidad, tal y como sucede con las personas adictas a las relaciones tormentosas, que se quejan de los abusos de su pareja, de las infidelidades, de los golpes, de la violencia sexual, de la falta de amor, pero que no se atreven a voltear a los lados y descubrir que hay otras opciones, y que celebran y suspiran cuando les regalan un ramo de flores o un mísero chocolate y un beso en el cachete. Así nosotros, al menos en el tema deportivo.

Ejemplos: dos medallas de oro obtenidas para nuestro país en el Mundial de Natación Artística, medalla de bronce en trampolín de 3 metros sincronizados en el mundial de ese deporte, medalla de oro y dos de bronce en el Mundial de Gimnasia Artística, plata y bronce en el Abierto de Luxemburgo de Taekwondo, y por último 69 a 0 por parte de la Selección Mexicana de Football Americano en el mundial de universitario de ese deporte contra Corea del Sur.

Tenemos mucho de que sentirnos orgullosos, solo falta que giremos la cabeza y veamos que hay más deportes que el futbol, hay otros atletas a quienes debemos enaltecer, a quienes debemos apoyar, a quienes hace falta patrocinar, no solo la selección de soccer, a quienes no les resto mérito, pero sí aseguro que no son los únicos.

Como sociedad aun nos falta madurar mucho, tan es así que no exigimos a nuestros gobernantes, a nuestros representantes, no somos capaces de respetar (filas, formas de pensar, turnos, personas, normas, etc.), y, obviamente, nos falta poner atención en algo más que el futbol.

Al final, disfrutemos del y los triunfos de nuestras selecciones, que no hay muchos días así.

Rodrigo o. Pérez

De la Sinrazón al Odio

mexico“Toma a un fanático e intenta hacerlo entrar en razón”. Ayer, 12 de junio del 2018, se llevó a cabo el tercer y último debate entre los candidatos a la presidencia de la república, por obra y gracia de los dioses ocultos ya no habrá un cuarto debate.  En lo particular opino, como en los dos anteriores, México fue el gran perdedor, lo que vimos, los que lo vimos con ojos críticos y analíticos, fue un pésimo montaje, con pésimas actuaciones, pésimos argumentos y algunos chispazos de buen humor; pero que hayan logrado conectar con la audiencia, o lograran hacer que los indecisos tomaran una decisión, no,  eso no se logró.

Abro mis redes sociales y sorpresa, inundada de mensajes de los fans de cada uno de los candidatos, menos los del  Bronco pues al parecer él no tiene muchos. “El Peje esto, el PRIAN aquello, Meade por aquí, Anaya por allá”. Pura incongruencia.

Podría escribir sobre porque el discurso del Peje no es propuesta por sí misma, o porque las barbaridades de Anaya son inviables, pero de nada serviría, pues los fans, que ahora son más bien fanáticos no entienden de razones, razonamiento o sentido común.

Con forme avanza este proceso electoral lo único que verdaderamente se está logrando es dividir a los ciudadanos, quienes están radicalizando su postura, ya no escuchan, ya no piensan, ya no razonan; entendible, no justificable.

Hemos vivido durante mucho tiempo, años y años, un sueño tortuoso, en ocasiones una pesadilla, en el que las crisis económicas son constante en la fórmula, donde se ha añadido una nueva variable, que pronto será constante, la violencia, sumemos la inseguridad, la falta de oportunidades y el cinismo de las autoridades y el resultado será: La Sociedad Mexicana.

Somos una olla de presión sin una válvula de alivio; ellos, los candidatos siguen en su postura sin importarles a donde están llevando a sus seguidores, Andrés Manuel esta campaña se ha vendido como un hombre de paz, pero sus seguidores ni se tragan el cuento, ni quieren paz, quieren venganza, entendible, pero no justificable.

Los seguidores de Anaya quieren ganar y no les importa escuchar que su candidato está parado en una bomba de tiempo y de corrupción que en cualquier momento, y de acuerdo a los intereses de quien lo quiere dinamitar, puede explotar.

De los priístas, ni hablo, porque ni conciencia ni razonamiento parecen tener.

El caso es que conforme pasan los días camino a la elección, los que mantenemos una postura objetiva y no logramos decidir quién merece nuestro voto somos menos, somos señalados y hasta perseguidos.

La semana pasada estuve dos horas platicando en una reunión privada con el candidato de morena del municipio en el que vivo, ésta pasé otra hora de manera privada con el candidato del PAN, para sus huestes, dependiendo del que lance el ataque, soy un panista de closet o un morenaco, no alcanzan a entender que habemos quienes buscamos ejercer un voto razonado, inteligente, consiente. Pues si ese es el precio que los Verdaderos Independientes debemos pagar, por intentar que la sociedad despierte (pero responsablemente) vengan pues los ataques.

Para finalizar escribo en vos alta: «A ellos nada les interesa si se radicaliza, nada les importa si nos empezamos a ver con desprecio. A ellos nada les importa que los fanáticos empiecen a pasar de la sinrazón al odio».

Rodrigo Pérez